martes, 23 de diciembre de 2008

La Pastorela continuación...

Acalambrados y contra la pared, decidimos poner orden y lo primero fue coordinar una junta esa misma tarde en el Plan Sexenal; tal vez esa ocasión fue una de las primeras experiencias en las que demostramos rasgos de responsabilidad y madurez.

Entre sus locas aventuras de Ninja adolescente, resultó que Erick Crosswell había conocido a un maestro de teatro en el verano anterior, así que sin dudarlo le pidió que nos dirigiera y nos ayudara a montar la obra, al inicio de la semana ya contábamos con un director de escena.

Mirna Jurado facilitó el amplio patio de su casa para los ensayos y así nuestro nuevo profe de teatro comenzaba a seleccionar a los candidatos para la obra; resultó una sorpresa descubrir que además de su prestancia para las trompadas, el chaparrito Ricardo Toxcatl alias “El Indio”, contaba con una destacada capacidad histriónica.

Pero domar a 40 fieras adolescentes no es un trabajo para cualquiera, el delicado profe no aguantó nuestras creativas travesuras y a las precoses parejitas que se escondían en cualquier rincón de la casa de Mirna para jugar a las manitas calientes. Así y luego de un drama al estilo Marga López, el profe nos aventó el guión de la pastorela y se retiró del lugar.

Muertos de risa por el berrinche, con la fecha de presentación encima y sin director de escena, no nos quedó de otra que seguir por nuestra propia cuenta y sacar la casta; esta vez con la ventaja de contar con un guión y gran parte de la obra montada.

Una tarde posterior que en casa de Javier Rubio comenzamos a modificar con algunas improvisaciones el guión original de Emilio Carballido, incluyendo escenas chuscas y diálogos más divertidos; en un par de horas desmadramos – así literal – el guión original.

El día de la presentación todos listos y en sus marcas, Jorge Parra impresionante con un traje obscuro con todo y capa representaba al diablo mayor, mientras que Ricardo Toxcatl era su despistado secretario; Claudia Landazuri y Rosie Cuellar fueron unas sexys diablitas acompañadas por las singularidades de Marco Mendiola.

Luego de negociar el LP que incluía el soundtrack de TOP GUN, Javier Rubio aseguró el rol de “José” y compartió créditos con la linda Anabell Sandoval en el papel de “María”.

Enfundado en bermudas blancas, un sable láser de Star Wars y unas alas de pluma de pollo que me prestara Ruth Reyes, hice el papel del Arcángel Gabriel; para darle más realismo al papel e improvisando efectos especiales me aventé con una patineta desde la puerta del auditorio hasta el escenario… en el cual me estrellé.

Imprevisiblemente el sendo mandarinazo disparó un sin fin de carcajadas, pues creyeron que era actuado… el detalle es que la ocurrencia casi me hace dejar los dientes incrustados en el escenario.

Pero no fui el único, Mendiola también no calculó bien un brinco en escena posterior y terminó encima de los espectadores, afortunadamente nadie salió lastimado, pues en aquél entonces como ahora, era puros huesos.

Tras bambalinas Maribel Pichardo y compañía se hacían bolas con el apuntador, Erick Crosswell y Rafael Woolrich hicieron un trabajo más que destacado con las luces y el sonido; mientras que el resto del grupo formó parte como pastores y segundos actores.

La obra fue la más aplaudida, tanto que tuvimos que repetir para que toda la escuela la viera; fue un trabajo que no sólo nos divirtió y divirtió a nuestro particular público, sino que nos unió más como grupo y sobre todo que nos dejó bellos recuerdos.

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