martes, 19 de agosto de 2008

Episodio IV

En plena recta final de esta historia de los Amores Perros en la S15 recordamos con cierto dejo de nostalgia el último año, ya que tal vez fue el más significativo de todos en varios aspectos.

Los lazos de amistad se consolidaron y por supuesto las parejitas se formalizaron: Claudia Romero y Marco Mendiola, Paty Piña y Ricardo Cerón, Mirna Jurado y Antonio Mañon, Claudia Vázquez y Noel González, Carmen Lorenely Salgado y Ricardo Sosa, Miriam Arellano y “El Cactus”, Rosie Cuellar y Willy Romero, Jesús Machorro, etc.; Jorge Parra y… bueno también ya saben, su conquista en turno.

Javier Rubio una vez repuesto de su tropezón amoroso se ligó a una niña muy guapa y de ojo claro de nombre Mariana que iba en segundo año, sino mal recuerdo en el grupo 24-M de la generación posterior a la nuestra (86-89) y en donde también iba una guapa reina de ojo claro que se llamaba Mirta. Pero antes de esta hazaña, el joven Rubio tuvo que lidiar con una bromita del tremendo Jorgito Parra, que ingenioso como siempre nos comprometió sin avisarnos con unas escuinclas de primer año.

Resulta que una fresca mañana a Jorge, Javier y el que narra esta historia (ósea yo) se nos olvidó la mentada bata blanca para entrar al laboratorio de Biología, por lo que tuvimos que idear conseguir unas para no quedarnos fuera. Así pues aprovechando las influencias de Parra nos dirigimos prestos a los grupos de primer año para buscar las dichosas batas prestadas, consiguiéndolas con unas niñas del grupo 16-M generación 87-90.

Todo resultó normal: pedimos, usamos y devolvimos las batas a sus dueñas, pero sin saber que Parra se había tomado la molestia de escribir una nota de agradecimiento a las fulanitas.

Ese detallito desencadenó una correspondencia secreta que culminó en tiernos noviazgos con las niñas de nuevo ingreso, la cuestión es que ni Javier ni yo estábamos enterados, dado que Jorge recibía y contestaba todas las cartitas por nosotros.

Luego de varias semanas de ser extrañamente asediados, Parra nos confesó su chiste y no tuvimos de otra que terminar con cada una de nuestras supuestas novias, inventando no sé que rollo mareador.

Y es que el chistecito me había complicado mi regreso con la responsable de mis desvelos y borracheras con rompope: Mariana Godoy, con la que había tronado en plenas vacaciones de verano por una tontería y cuya relación fue de gran importancia en mi vida.

Continuará…

1 comentario:

zafreth dijo...

Yo conocí a Mariana Godoy, iba conmigo en el grupo 21 M y 31 M, efectivamente Mirta era una niña muy guapa.

Saludos.

JAMF