Nuevas expectativas, otros intereses y distintas razones más nos fueron llevando a cada uno de nosotros a tomar otros rumbos; el grupo se fue separando como era de esperarse, dejando atrás viejos amigos y haciendo nuevos en su lugar.
Pero no para todos fue así, hubo quienes decidimos crecer juntos, seguir cada quien su destino pero sin soltarnos de la mano, decidimos por corazón ser familia y seguir compartiendo nuestras vidas.
En la Graduación Profesional de Lalo en 1994
No importa cuanto tiempo haya pasado desde nuestra última reunión, siempre terminamos hablando horas y casi hasta al amanecer, tratando de resolver el mundo y sus incógnitas, recordando cientos de anécdotas que nos hacen reflexionar en que ya tenemos una vida juntos.
Como familia hemos compartido nuestros logros y fracasos, orgullosas graduaciones, Navidades inolvidables, anheladas Bodas, infortunados velorios y hasta alguna estancia obligatoria en una que otra Delegación de Policía; hemos estado en buenas y malas.
Esta historia es por nosotros, por los que han vuelto, por los que aún faltan por llegar y hasta por los que nos han olvidado; por los muchos o pocos años que nos quedan por delante, por este camino que algunos hemos decidido recorrerlo así… JUNTOS.